La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que causa enrojecimiento y espinillas. Se trata de una enfermedad que todavía no tiene cura, por lo tanto, las medidas terapéuticas están orientadas a evitar los factores desencadenantes y a tratar el cuadro clínico.
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a los vasos sanguíneos y las unidades pilosebáceas de la piel. La mayoría de los casos sólo existe una afectación de la cara y suele ser de la parte central (pómulos, nariz, frente y mentón). Los síntomas más frecuentes son:
La rosácea es más común entre las mujeres (relación 3:1) y las personas de fototipo claro. Suele afectar a adultos de edad mediana y avanzada (a partir de los 25 años). No se conoce la causa de la rosácea, pero es más probable padecerla si hay casos en la familia.
Hoy en día aún no se conoce ningún tratamiento que cure la rosácea. Sin embargo, existen rutinas cosméticas, tratamientos y fármacos que ayudan a atenuar los brotes y a frenar su evolución.
Es recomendable evitar o moderar en la medida de los posible:
Comidas:
Bebidas:
Productos cosméticos:
Clima:
Temperatura:
Esfuerzo físico y estrés: